Paseo fuera de la ciudad: El Parque Mediceo de Pratolino
Pongamos que vinieron a Florencia atraidos por el inmenso patrimonio artístico, histórico y cultural de la ciudad. Pongamos que ya hayan visitado todos los museos e iglesias y hecho fotografías de las espléndidas panorámicas que la ciudad ofrece.
Ahora consideremos que el verano se acerca y que se siente la necesidad de tomar un día de descanso de la vida urbana para disfrutar del aire fresco, sin perder contacto con la atmósfera florentina. Bueno, hay solamente un lugar en donde pueden ir y satisfacer esta necesidad: el Parque Mediceo de Pratolino.
La Villa Demidoff, como es conocida hoy, con sus 20 hectáreas de jardines, bosques, lagos y grutas, es uno de los parques más grandes de la Toscana, fue reconocido en el 2013 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
La compró Francesco I de’ Medici en 1568 para su mujer Bianca Cappello. La bellísima villa y los jardines fueron un proyecto del arquitecto Bernardo Buontalenti. Con sus grutas artificiales, fuentes y laberintos, esta que es la propiedad más grande de los Medici, conquistó el nombre de “Jardín de las Maravillas”.
Se volvió famosa en toda Europa, tanto que los artistas y los ingenieros que habían trabajado en la creación de las “maravillas” de Pratolino, fueron invitados a trabajar en París, Londres, Madrid y Praga.
El mantenimiento de una residencia de este tipo, era tan costosa que en el S. XVIII el Granduque Pietro Leopoldo dejó de hacerse cargo, y muchas esculturas fueron transferidas a los Jardines de Boboli y la villa empezó a entrar en decadencia.
Los jardines se dejaron crecer de forma salvaje después de la muerte improvisa del Graduque Ferdinando III, que había tomado posesión de la propiedad, y que en 1814 había iniciado una restauración, demoliendo la villa y realizando un nuevo proyecto de los jardines en estilo inglés.
Casi sesenta años más tarde, la propiedad fue vendida al príncipe ruso Pavel Pavlovich Demidov, y de los restos restaurados del edificio antiguo, fue creada la Villa Demidoff.
Finalmente, en el 1981, la provincia de Florencia adquirió el recinto que hoy está abierto al público desde abril hasta octubre.
Aun habiendo perdido gran parte de su estructura original, lo que hoy queda de la residencia, sigue siendo uno de los lugares más bellos que podrán ver en las afueras de Florencia.
El parque es una reserva natural: ciervos, zorros y liebres andan libremente en el terreno del parque, entre árboles centenarios como encinos, cedros y castaños de indias.
La atracción principal del parque de Pratolino es probablemente la espectacular estatua del Coloso del Apenino, mitad hombre y mitad montaña, creada por Giambologna en la segunda mitad del S. XVI.
La enorme escultura, símbolo de las montañas de los Apeninos, es verdaderamente algo extraordinario: como si hubiera apenas salido de un pequeño lago, cubierto de fango, líquenes y piedra caliza, el gigante está espléndido e integrado perfectamente con el paisaje a su alrededor.
Grutas y estancias están esculpidas dentro del cuerpo de la estatua, al interior de la cabeza fue creado un camino que servía para que saliera humo por las narices del gigante, y detrás de la espalda, se extendía un laberinto de laurel, que lamentablemente fue retirado en una de las restauraciones.
Aún así, ver el Coloso de Giambologna con los propios ojos no es el único motivo por el cual deberían decidir transcurrir un día explorando el área verde de Villa Demidoff, hay mucho más que los espera. Podemos garantizarles que no se arrepentirán de haber recorrido esos pocos kilómetros que separan el parque del centro de Florencia, para absorber la belleza de este lugar mágico en una bella jornada de sol.
Cómo llegar en coche: tomar Via Bolognese en dirección Pratolino, Vaglia. Hay un estacionamiento gratuito frente a la entrada
Cómo llegar en gus: De la estación de Santa Maria Novella tomar la línea 25A Via Fiorentina, Pratolino.
Info: parcomediceodipratolino@cittametropolitana.fi.it